FLAVIA VECINO

Este espacio reúne palabras de quienes han sido —y siguen siendo— parte esencial de mi recorrido: mentores, colegas, profesionales con los que he compartido ideas, proyectos y desafíos que marcaron mi forma de entender la comunicación. Sus voces no solo hablan de lo vivido, también reflejan una mirada sincera sobre quién soy al trabajar, al crear, al acompañar. A todos ellos los valoro profundamente: por su generosidad, por el vínculo que compartimos —ayer o hoy— y por la huella que dejaron en mi forma de ser y de hacer. Gracias por decir —con sus palabras— lo que a veces cuesta poner en la propia voz.

Conozco a Flavia desde hace 20 años. Al principio de nuestra relación, ella desde un pupitre y yo como su docente, vi a una alumna preocupada, comprometida, responsable y obsesionada con el detalle, esa obsesión sana que te hace crecer. Con los años nos convertimos en amigos y en ese territorio conocí a una mujer seria, con valores, franca, de esas con las que podés cerrar los ojos y confiar, porque tenés la certeza de que lo va a hacer bien y, sobre todo, con una gran honestidad intelectual.

Trabajar con Flavia es lo mejor que te puede pasar. Tuve la feliz experiencia de compartir con ella casi dos años de trabajo conjunto y puedo decir, luego de haber pasado por muchas experiencias laborales de distinto formato, que fue mi mejor dupla. No solo porque es una persona maravillosa y gran compañera, sino porque es talentosa, creativa y super orientada a resultados. Ella es una gran «productora»: produce ideas y las hace realidad. Siempre analizando situaciones, haciendo aportes de valor y generando, incluso donde no hay nada previo. Es una comunicadora nata, sabe de estrategias las traduce con las tácticas adecuadas a cada entorno. Y todo eso maridado siempre por su buen gusto y su buen humor: ¡Un mix perfecto!

Conozco a Flavia Vecino desde que comenzó a estudiar periodismo deportivo en TEA y Deportea, la escuela de la cual soy fundador y director. Pudimos apreciar –directivos, docentes, administrativos- no solo sus cualidades como alumna, sino como persona. Su paso por la escuela no pasó desapercibido, por cierto. Estableció lazos de afecto con cada uno de los sectores de Deportea. Ya graduada, trabajó con nosotros en distintos proyectos, donde volcó su pasión, su esfuerzo, su compromiso y, sobre todo su ética. Amena, inquieta, desenvuelta, afable, nos ayudó –y fue esencial- en la organización de eventos muy importantes para TEA y Deportea. Sabemos que todos esos talentos se los ha llevado a otros lados, así que por aquí la extrañamos. Doy fe que Flavia Vecino es una periodista de las que se necesitan más que nunca en estos tiempos tan oscuros.

Trabajé con Flavia durante varios años en la redacción de Diario de Burgos. Compartir mesa de trabajo con ella fue todo un privilegio, destacando sus cualidades humanas y, por supuesto, profesionales. Desde el primer día demostró una gran responsabilidad hacia su trabajo, manteniendo un alto nivel de compromiso y calidad en cada uno de sus artículos y reportajes. Su integridad, honestidad y respeto por la verdad son valores que defendía con firmeza en cada artículo periodístico que firmaba, siendo su objetividad otro de sus mayores atributos. De ella aprendí a trabajar con templanza, a mantener la calma y el equilibrio en una profesión sin duda preciosa pero en la que la presión y el estrés juegan a menudo malas pasadas. Su entusiasmo, buen humor y optimismo levantaban el ánimo a cualquiera. Y estoy segura de que esa pasión por su trabajo y por las cosas bien hechas siguen siendo su seña de identidad a día de hoy.

Flavia es una profesional de extensa y destacada trayectoria en el ámbito de la comunicación corporativa, tanto en el ámbito interno como externo a las compañías. Hemos compartido proyectos en los que Flavia siempre se destacó por su capacidad profesional, su dedicación para alcanzar los objetivos y su calidad humana siempre valorada por sus compañeros y clientes. Con total seguridad la recomiendo para cualquier iniciativa en este ámbito, es la persona indicada.

Has andado muchos caminos, has abierto muchas veredas, has navegado en cien mares… Nunca se te cayó el yenga, juego al que le sacabas la pieza más difícil, y seguía paradito. Estás para robarle a Neruda su frase: «Confieso que he vivido». Y lo que falta aún.

Desde el primer día, me sorprendiste con tu capacidad para absorber conocimientos y aplicarlos de manera creativa y efectiva. Ha sido un verdadero privilegio acompañarte en este camino y ver cómo has pasado de ser una alumna comprometida a convertirte en una profesional independiente y segura, capaz de liderar tu propio proyecto con determinación. Lo que más admiro de ti es tu valentía para asumir riesgos calculados y tu persistencia ante los desafíos. Tu crecimiento en términos de confianza personal ha sido realmente inspirador; ahora te muestras como una profesional que conoce su valor y sabe comunicar con convicción sus ideas y propuestas. Además, siempre has destacado por tus excelentes habilidades interpersonales, lo que te permite establecer relaciones profesionales sólidas basadas en la confianza y el respeto mutuo. Estoy enormemente orgullosa de tu transformación y segura de que seguirás cosechando éxitos en tu camino profesional. Has demostrado que cuando el conocimiento se une con la confianza, el crecimiento es inevitable.